Reconstruir la memoria: “Es fundamental no olvidar”
Una mesa redonda inauguró el viernes 23 de marzo un proyecto pedagógico en el liceo sobre el deber de memoria relacionado con la última dictadura y el terrorismo de Estado en Argentina.
Este primer paso dado en el
conocimiento del pasado reciente por medio de sus actores es de vital
importancia para mantener la memoria viva y develar en la medida de lo posible
los más oscuros episodios de la historia argentina.
“En el inicio, la cosa fue igual. A Yves lo
secuestraron en septiembre de 1976 en Rosario, a Marie-Anne a mediados de
octubre de 1976 en San Juan. La gran diferencia es que nosotros logramos
recuperar los restos de mi hermano y eso es fundamental para la familia, y
especialmente para los padres: produce un evidente alivio”. Estas palabras de Eric Domergue, hermano de Yves,
ex alumno y ex empleado del Liceo Franco Argentino Jean Mermoz,
secuestrado y desaparecido durante la última dictadura (1976-1983), abrieron la mesa
redonda que puso en marcha el proyecto pedagógico sobre memoria y pasado
reciente de la Argentina, coordinado por Marina
Chiaramonte, profesora de historia del Liceo.
En la vísperas de
cumplirse 36 años del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, fecha que en
2004 se instituyó en Argentina como el Día
de la Verdad, por la Memoria y la Justicia, aproximadamente un centenar de
alumnos de E2 y E3 (Première y Terminale) tuvieron la oportunidad de escuchar por
primera vez el relato de Eric y el de Yolande
y Marie-Noëlle Erize, hermanas de Marie-Anne, sobre el calvario que
vivieron sus familias.
Yves, Marie-Anne y Cecilia Rotemberg,
miembros de la comunidad del Liceo y de la institución que lo antecedió, el
Collège Français, víctimas del terrorismo de Estado en Argentina, fueron
recordados en el Auditorio del Liceo, como nunca antes lo habían sido en este
ámbito.
Los restos de Cecilia
Rotemberg, ex alumna del Collège Français de Belgrano, secuestrada a los 21
años, el 2 de enero de 1977, también fueron hallados e identificados a fines
del año pasado gracias al preciado trabajo del Equipo Argentino de Antropología
Forense.
Además de los
hermanos de Yves y Marie-Anne, también participaron de la mesa Juliana Cagrandi y Ramiro Barreyro, profesora y director respectivamente de la
escuela pública Pablo Pizzurno de Melincué, pequeña ciudad en el sur de
la provincia de Santa Fe.
Juliana y su escuela
cobraron una relevancia inmensa en la vida de los Domergue, ya que un trabajo
escolar que inició ella con un grupo de alumnos en 2003 derivó en la identificación en 2010 de los restos de Yves, que
había estado enterrado durante 35 años como NN junto a su novia Cristina Cialcetta, en el cementerio de
Melincué, en una historia con ribetes casi de novela con final “feliz” porque
la familia pudo encontrarlo, explicó Eric.
“Marie-Anne tenía 24 años cuando desaparece. No se
puede entender lo que pasó sin entender la época. Nosotros queríamos
transformar la realidad, mejorar la calidad de vida. En América latina se
hablaba del compromiso de la Iglesia con los pobres”, contó Yolande para
tratar de ubicar en la época al joven auditorio. “Éramos fervientes católicos y fervientes peronistas: ése era el
encuadre”, recordó como un signo de época, aunque luego, sin los oyentes,
Eric le recordaría que su hermano y Cecilia Rotemberg eran militantes, pero no peronistas,
sino marxistas.
“Mi hermana daba clases de apoyo escolar en la villa
miseria, acá nomás, a unas cuadras de acá”, siguió su relato Yolande,
mientras Marie-Noëlle exhibía sobre la mesa el libro “Una desaparecida en San Juan”, del periodista francés Philippe Broussard, de reciente
aparición en Argentina, que relata apasionadamente la muy rica vida de
Marie-Anne. Es la misma villa miseria que el entonces intendente de facto de Buenos
Aires, Osvaldo Cacciatore, hizo arrasar dentro del plan de embellecimiento de
los entornos del Estadio de River Plate donde habrían de jugarse los más
importantes partidos de fútbol del Mundial Argentina-1978, para mostrar que
aquí no pasaba nada de lo que contaba la publicidad anti-argentina.
“A Marie-Anne, la secuestran el 15 de octubre de
1976 y nos allanan la casa. Y hasta hoy no sabemos dónde están los restos de
nuestra hermana. Después no sabemos más.
El miedo, la sospecha era terrible… y el silencio de no saber, esperar un
llamado, una carta. Nada, chicos, durante 35 años, es muy fuerte”, aseguró.
A su vez, Marie-Noëlle
contó que ella estudiaba en el Liceo cuando su hermana mayor desapareció. “No fui capaz de hablar del infierno que estábamos
pasando en casa. Marie-Anne fue asistente de Maternelle, acá en el Liceo.
Pudimos ir reconstruyendo la historia, a qué campo de concentración fue llevada,
hay testigos que la vieron, pero no la hemos encontrado”, aclaró. El
principal acusado por el secuestro y desaparición de Marie-Anne, el teniente
Jorge Olivera, está siendo juzgado ahora en San Juan, en uno de los tantos
juicios por crímenes de lesa humanidad que se reanudaron desde la anulación en
2003 de las leyes de Punto Final (1986) y Obediencia Debida (1987). Luego la
justicia declaró inconstitucionales los indultos decretados por el expresidente
Carlos Menem en 1990 que habían favorecido a los jerarcas de la dictadura condenados en el histórico Juicio a las
Juntas de 1985.
“Fue difícil vivirlo pero está en ustedes,
las nuevas generaciones, el que el NUNCA
MAS sea posible. Un desaparecido no es un muerto, no lo podés enterrar, ni
despedir”, advirtió Marie-Noëlle.
Después tomaron la
palabra Ramiro Barreyro y Juliana Cagrandi para contar la conmovedora historia de
un pueblo y su colegio que hicieron posible el hallazgo de los restos de Yves.
Recordaron que el terrorismo de Estado comenzó antes del 24 de marzo de 1976,
aún en democracia, con el accionar de la Triple A (Alianza Anticomunista
Argentina) que puso en pie el sistema de persecución, secuestro y torturas que
luego sería perfeccionado y utilizado por el gobierno dictatorial.
“Nosotros defendemos los derechos humanos, pero hay que pasarlo al
compromiso de acción. El objetivo nuestro era darle identidad a esos NN que
todos sabíamos que estaban enterrados en Melincué, un pueblo de 2.500
habitantes”. Éste fue el planteo que, en su condición de docente, se hizo
Juliana a sí misma.
Después
de los pormenorizados relatos de los expositores, que se extendieron por más de
una hora y media, los estudiantes pudieron hacer preguntas.
¿Saben
los motivos por los que desaparecieron los chicos del liceo?, sorprendió con su
pregunta una alumna, lo que motivó varias respuestas. Pero quizás la más
contundente fue la de Sofía, hija de
Yolanda Erize presente en el auditorio, quien respondió: “Hay un problema en la formulación de la pregunta: como si estuviera diciendo
‘algo habrán hecho’. Acaso pueden existir motivos que justifiquen semejantes
violaciones a los derechos humanos, si existen esos motivos deberíamos
replantearnos el mundo”.
Eric
advirtió que “en el caso de los tres
desaparecidos del Liceo, ellos militaban. Pero además hubo una metodología para
imponer el terror: secuestrar, desaparecer, mantenerlos detenidos, torturados
en campos de concentración y matarlos. O con los vuelos de la muerte, que los
tiraban al río o al mar, vivos”.
A
su vez, Marie-Noëlle agregó que “ningún
terrorismo de Estado es justificable. Nada justifica las aberraciones, las
torturas infinitas, desapariciones, robos de bebés, bebés arrebatados a sus
madres a las que mataban, robos de las casas, propiedades, suplantaron
identidades. Nada justifica eso”.
Otro alumno preguntó cuál fue la posición del
Liceo durante la dictadura. “En esta
escuela nadie hizo nada. Con las familias de desaparecidos, nadie hizo nada”,
respondió tajante Marie-Noëlle, destacando “este
proyecto (pedagógico) que es un primer paso, que promueve un grupo de ex
alumnos, porque justamente entendemos que el Liceo Franco Argentino tiene que
posicionarse como se han posicionado tantos lugares en Argentina”.
“Cuando eso pasó (en 1976) yo no
sabía dónde esconderme, No podíamos hablar, el miedo era tremendo. No sabíamos
por dónde venía la cosa. Durante mucho tiempo y esto ha sido paralelo con otras
cosas que pasaron en el país. Les puedo
asegurar que la indiferencia era total aquí”, señaló Marie-Noëlle, quien
vive en España y ese día volvía a pisar por primera vez el Liceo desde que se
había recibido en 1979.
Esta fue la vivencia de Marie-Noëlle
en su adolescencia en el liceo, en una época en que convivían allí la libertad de pensamiento con
los ecos de la represión que venían de afuera del colegio. Destacó, en cambio, el respaldo que tuvieron
del gobierno del entonces presidente francés François Mitterrand, que incluso
pagó a un abogado argentino -Horacio Méndez Carreras- para que represente a
las familias de desaparecidos franceses en el país y cuyo trabajo permitió a la
familia Erize reconstruir parte del derrotero que vivió Marie-Anne desde su
secuestro.
Fue él también que en el año 2000 advirtió sobre un viaje de Jorge
Olivera a Italia, se logró su detención en Roma a pedido de Francia que lo
acusaba por la desaparición de Marie-Anne, aunque finalmente el represor fue
liberado merced a un certificado de defunción aprócrifo llegado por fax desde
Buenos Aires, lo que significó un conflicto entre Francia e Italia. Años más
tarde, fue detenido en Argentina para ser juzgado en San Juan.
Quien
escribe estas líneas, representante del ‘Grupo
Placa’ presente en el auditorio, contó entonces a los estudiantes el
proyecto de un grupo de ex alumnos de distintas camadas, algunos basados en
París y otros en Buenos Aires, de impulsar la colocación en el Liceo de una
placa en memoria de Yves, Cecilia y Marie-Anne, e invitó a los chicos a firmar
el petitorio, que ya cuenta con más de setecientas firmas, para avalar la
iniciativa.
“Sabemos por ejemplo que hubo chicos que
terminaron el liceo en los 90, que durante su cursada nunca escucharon hablar de
que había ex alumnos desaparecidos. Esto no puede pasar más, que todos los
chicos que pasan por el Liceo sepan que acá hubo desaparecidos!”, dijo.
Al
cierre de la mesa redonda, los expositores instaron a los chicos a defender la
democracia para que “¡Las dictaduras nunca más!”.
Tras
agradecer a los expositores, al colegio por la oportunidad de la mesa redonda,
a los docentes que acompañaron, y a los alumnos que escucharon atentamente, Marina Chiaramonte invitó “a seguir
trabajando para construir la memoria del liceo francés”.
La
rectora Sabine Dubernard agradeció a
su turno y habló en francés: “Je veux
remercier les élèves, l’équipe pédagogique du lycée, les
intervenants. (…) les
enseignants sommes là pour travailler, bien sûr, sur les savoirs et les apprentissages
mais aussi pour construire notre mémoire et l’aider à se construire. Il est fondamental
de ne pas oublier et c’est pour ça qu’on est là. On n’a pas à debattre si c’est
bien ou si c’est mal, s'il fallait ou il ne fallait pas. On a à savoir, à essayer de comprendre et c’est grâce
à des gens comme vous qu’on peut le faire”, a-t-elle dit.
(“Los docentes trabajamos claro para los saberes y los aprendizajes, pero
también para construir nuestra memoria y ayudarla a construirse. Es fundamental
no olvidar y es por eso que estamos acá. No se trata de debatir si está bien o
mal, si había que o no había que,
tenemos que saber, tratar de comprender y gracias a esta gente podemos
hacerlo”, concluyó).
El
encuentro fue íntegramente filmado por Gabriela
Verra, alumna de E3, cuya colaboración agradecemos especialmente.
Liliana
Samuel (Grupo Placa).